01 febrero, 2006

......a mis 24


Jueves 3 de febrero de 1982, faltando diez minutos para las tres de la madrugada llegue a este mundo, mi familia estaba feliz, era morenito, chiquitito y el conchito de mis hermanos. Mis padres dicen que de chico fui muy observador, sin siquiera saber hablar ya me hacia entender muy bien, además de mirarlos a todos como “analizando” a cada uno de los integrantes de mi casa, cosa que me permite hasta el día de hoy conocerlos muy bien, y que aun hago con la gente que conozco, analizar a fondo cada movimiento. Siendo chico aprendí el valor del trabajo viendo a mis héroes (mis papas) esforzándose siempre, creo que fue por eso que imité a mi papa con el martillo y los clavos, mi patio con todos sus clavos en el piso o en los enchufes (nota aparte fue la corriente que me dio una vez). A Mi madre siempre la vi como una mujer valiente, con las riendas de la casa y siempre amorosa, mi papá, más serio pero no menos amoroso conmigo, enseñándome valores, enseñándome a ser un caballero siempre, y que las mujeres son lo
más bello de la tierra…. Creo que he aprendido un poco papá.
Mis hermanos son lo mejor, wenos pa la talla, y siempre protegiéndome de todo, me hicieron parte de su grupo de amigos desde pequeño, ahí empecé a escuchar buena música, y a ver buenas películas, cosas que aun conservo.
Dicen que la niñez es un reflejo de lo que podemos ser cuando grandes, yo me considero así, cada vez que veo juguetes, robots, dibujos animados, música antigua, cada vez que estoy en mi casa, cada vez que abrazo a mis papás vuelvo a tener 8 años, o quizás menos.
Mi niñez fue muy feliz, jugué todo lo que pude y la disfrute. Tuve muchos amigos y aun conservo a algunos de esa época, gente que me conoce y sabe lo que pienso con solo mirarme, aquellos que mas que amigos son hermanos. Aquellos que me vieron bien y que me vieron mal.
Termine de ser niño cuando mi vida cambio por completo y descubrí que podía morir en cualquier momento, cuando estuve mas al otro lado que en este, cuando Dios me puso a prueba para ver si podía pasar el obstáculo mas difícil, la muerte. Después de eso ya no fui el mismo, cambie mi percepción de ver el futuro y me dedique a vivir a concho el presente, a plantearme metas a corto plazo y solo sueños a futuro, aprendí que a veces te ponen un pie encima y te hacen aterrizar, te abren los ojos y te muestran un mundo que es la “otra realidad” que estaba siempre ahí, pero que dentro de tu burbuja no veías. Eso lo aprendí a porrazos y golpes, pero que no venían de ningún enemigo, sino de la vida.
Luego de eso, me costo mucho retomar la persona que era, me transforme un poco y no fui una muy buena persona, me importaba solo yo, y mi familia, me importaba solo carretear y ni ahí con lo que viniera, no creía en enamorarme porque no podía querer… un muro estaba entre la demás gente y yo. Fue una etapa muy oscura de la cual también aprendí mucho, ahora soy otro ya que asumo quien fui y como fui.
Ame mucho cuando encontré a la persona indicada, apareció un nuevo hombre con capacidad de querer a otros, con capacidad de querer hacer feliz a los demás, creo que esa es una asignatura pendiente que quizás pueda retomar algún día. Con mis amigos apareció un tipo que buscaba hacer reír, aunque muchas veces lloraba por dentro, pero encontró la habilidad o el don de alegrar a otros, el don de entender a otras personas, de escuchar, de organizar, de crear. Apareció el Panchito chico, hijo del Chispita que podría cambiar y matar en parte a aquel personaje oscuro que le domino por un tiempo.
Me reconcilie con Dios en un lago del sur mientras viajaba en un bote con mis amigos, mire al cielo y le di las gracias por todo lo que me hizo vivir, las gracias por permitirme ver cosas que nunca habría visto, gracias por hacerme querer y sentirme querido, gracias por tener lo que tenia y por dejarme disfrutarlo por mas tiempo. Me reencontré.

A mis 23 años (a punto de los 24) reflexiono acerca del pasado, más que mirar el futuro, que siempre es incierto, veo el pasado, veo como era de pequeño y descubro que ahora y siempre tengo a ese niño dentro, el que mira las cosas con análisis, el que a ratos tiene rabietas y se enoja a mas no poder, el que a los cinco años se fue de la casa porque era “muy malo” con su mama y no miró atrás mientras caminaba, soy el mismo. Aquel que ve las cosas con un prisma mágico, ahora me preocupo menos y disfruto más, como cuando mi mama me hacia mis comidas preferidas o cuando iba al cine con mi hermana, disfruto de mis amigos, de mi casa, de mi familia, de los asados, de las fiestas y las reuniones.
Tengo aun rasgos de esa personalidad de niño con altos y bajos, riéndome pero pudiendo cambiar a la rabia en un segundo, mucha gente esta acostumbrada a eso y otros se acostumbran de a poco…los que no ojala lo hagan algún día.
Cumpliré 24 este viernes, y estoy nervioso, me asusta crecer mucho y olvidarme de las cosas realmente importantes, me da miedo el llegar a una edad donde ya no pueda volver a ser un niño, cuando el alma de infante que tengo cambie a alma “de grande” y priorice otras cosas en vez de jugar y reír….. ojala que ese momento no llegue y muera siendo un niño, que se acuerden de mi como aquel que nunca creció, que fue feliz a concho porque algún día fue triste a concho, como aquel que hacia feliz a los demás. Como alguien importante para todos, porque he sido feliz, soy feliz y pretendo serlo siempre, tengo una familia hermosa, grandes amigos, y un sueño de vida que algún día cumpliré.

3 comentarios:

Andreita dijo...

menos mal ke esta cosa se digno a dejarme escribirte un post amigo...bueno me parecio increible tu historia, realmente emociona al leerla, y sabes ke mientras uno se sienta como un niño lo seguira siendo...y cuando ya no hgas las mismas pavadas ke uno hace ahora, entonces sera el mayor signo de ke se ha envejecido-cosa ke en realidad no kiero por nada del mundo-...aunke inevitablemente el cuerpo denote el paso de los años es el espiritu el ke debe mantenerse siempre joven y vital!!

amigo ya son + de las doce de la noche asi ke soy la primera en desearle un feliz cumpleaños!!!!!
de su amiga de siempre

ANDREITA

Raúl A. Pinto dijo...

desde que cumplí veinte años (a couple of years ago) me he preguntado sobre el envejecer, a qué edad se debe madurar, cuando te sientes un adulto o cuando dejas de ser un adolescente. es necesario entonces ver lo que piensan otros, como tu por ejemplo, en que defiendes a muerte la opción de mantenerse niño, mantener la esencia de la niñez. Alguien con mucha sabiduría (creo que se llama Jesús) dijo que el reino de los cielos era de aquel que era capaz de mirarlo como un niño. No actuar literalmente como niño, sino que rescatar sus virtudes: siempre optimista ante la vida, con fe hacia lo que viene (si a un niño le dices "te voy a regalar un playstation para tu cumpleaños" lo cree, aunque tengas problemas económicos, aunque vaya a saber Dios como lo vas a conseguir), y lo más importante, que olvida lo malo y los rencores rápidamente. Si de verdad quieres seguir siendo niño, si quieres que tu corazón lata con la fuerza de un infante, entonces aprende a olvidar todo lo malo, a abrazar a los que te han dañado (es la venganza que más me ha dado resultados!!!!), a enterrar a los problemas como quien entierra un muerto.
felicidades pancho.

Anónimo dijo...

hola querido amigo; aunque estemos a muchas distancia quiero que sepas que te deceo mucha felicidad,
y que que cumplas muchos mas, me hubiera gustado hablar contigo pero, al parecer siempre estas ocupado, pero ya hablaremos, espero que sigas igual con la misma simpatia de siempre. Hay quienes dan alegria y esa alegría es su premio.Te Quiero Mucho Macarena Queirolo