Msn

“Me gusta leerte, me entretiene” me dijo. Fue una conversación a través de las malditas ventanas de Messenger, esa aplicación que nunca me gustó, pero que me permite estar en contacto todo el día con aquellos que por razones de fuerza mayor nunca puedo hablar. Pongo en esa aplicación mi fotografía para que vean quien soy y como soy, ella ha puesto hasta ahora solo una flor, a pesar de eso me gusta imaginar que es la flor que quiere ser y es la mas linda. Nuestras conversaciones han sido extrañas, recordando cosas que han pasado ya hace mucho tiempo, sabiendo un poco uno del otro después de dejarnos de ver por muchos meses, aunque sean extrañas me doy cuenta y sé que me gusta hablar con ella, que necesito en ese momento leerla tanto como a ella le gusta leerme. Pero siempre hay algo que me falta, algo que me complica...la vida real.

Si tan solo esa aplicación pudiera hacerme evocar momentos tan lindos, pero en el pensamiento en vez de con palabras escritas en diversos colores o con iconos gestuales seria mucho mejor, esos iconos los uso solo porque representan lo nervioso que me pone el charlar con ella o lo feliz de un beso al decir “chao” sabiendo que mañana estará ahí , o quizás – uno nunca sabe- algún problema técnico no nos permita decir “Hola”.

Me encantaría que supiera cuanto de verdad tienen mis palabras, cuanto me gustaría decirle en persona cosas que las veces que nos hemos visto no le he dicho, como cuanto recuerdo cada momento de ese año maravilloso, y de cuanto ansiaría creer que más que leerme le gustaría estar conmigo, le gustaría saber que cosas hago pero con mis propias palabras, que le gustaría compartir conmigo tiempo y espacio, cariño y un trozo de vida.

Tal vez seguir con lo de la reja blanca y el san bernardo sea descabellado, quizás ya no le importe tanto como en algún momento le importó, pero me gusta pensar que siempre que recuerdo la felicidad tal como la conozco es cuando todo era perfecto, mi salud, mi familia, mi trabajo, mis amigos, ella y yo.

Las conversaciones de msn y esas ventanitas de colores no nos dan esa felicidad, ya que cuando las conversaciones están mas interesantes siempre algo ocurre y esa ventana se cierra, maldita aplicación que me haces preso de la tecnología cuando lo único que quiero es saber si ella al abrir y poner su clave pensará si estaré conectado para decirme hola, o decirme si ella aún con el pasar de los años siente que la vida fue mejor justo en el momento y en el instante en que uno era sencillamente y absolutamente parte del otro.