Cosas que pasan

Sábado en la mañana y no tenia nada que hacer, quería ir al persa para comprar una chaqueta que me gusto mucho así que fui a buscar a mi hermano, me levante madrugando a las 12.30 y a la 1 después de una ducha reparadora me dispuse a ir. Mi hermano como siempre no dudó un segundo así que partimos caminando, llegamos a la avenida de las micros y decidimos que como estamos “hechos mierdi” no caminaríamos las treinta o cuarenta cuadras hasta el persa… sentados esperaríamos la 308 con destino al exquisito mote con huesillos de la “mami”, el mote “ solo para valientes” que es ritual obligado de cada fin de semana.
Mientras esperábamos charlamos de cosas triviales, sin mayor importancia viendo como pasaban los minutos sin que apareciera el microbús que –con suerte- nos llevaría por quinientos, todo para ahorrar. Por fin venia, lo vimos a la lejanía y nos dispusimos a poner nuestra cara de “muertos de calor” para poder causar lastima y que el sr. Chofer se apiadara, estábamos en eso, esperando subir cuando de pronto…..una mujer cayó literalmente a nuestros pies.
“ A veces provoco ese efecto” seria la frase adecuada para estos casos pero la mujer que venia bajando del micro rebotó en los tres escalones de la 308 amarilla y luego dio un golpe seco de “la parte posterior de la zona lumbar” ósea se cayó de raja. Mi hermano y yo quedamos en shock, la mujer ahí a nuestros pies y nosotros parados como giles. Por una fracción de segundos nos miramos y al mismo tiempo decidimos levantarla, no se podía poner de pie, le dolía todo y yo mientras la llevábamos al paradero pensaba en que el micrero se iba, había cerrado la puerta y ni siquiera se había preocupado de la pobre chiquilla (También pensaba en que eran las 2 de la tarde y esa micro no pasaría en por lo menos una hora mas y que tendríamos que caminar al persa).
El chofer partió y nosotros la llevamos al paradero “No me puedo sentar” nos dijo y yo con agilidad periodística anotaba en mi celular el numero de patente del micro, le pregunte si llevaba aun el boleto y lo afirmó entre quejidos….ahí termino nuestra ida al persa y comenzó una procesión de hechos que solo le pasan al que está por obra y gracia del destino en el lugar preciso donde debe estar.

Son esas cosas que te preguntas, “¿ Estas weas me pasan a mi no ma’?”, a la cabeza se me viene aquella vez en que fui invitado a un festival folklórico, imagínenme yo no tenia idea ni de qué canciones cantaba Tito Fernández (que era el plato fuerte de la noche), mi cuñada estaba en el Stand de empanadas y yo solo en el patio esperando que todo acabara pronto, me carga ir a cosas así por compromiso, en una de esas de tanta bebida decidí ir al baño cuando de pronto mientras realizaba “lo mío” en un urinario un tipo de poncho entra y se pone a hacer “lo suyo” en el urinario de al lado, levante la mirada solo para no mirarme “aquello” y cuando me doy cuenta era el propio Temucano el que hacia sus necesidades a mi lado, ósea no era Bono de U2 pero era un ilustre de nuestra música, le di la mano (después de lavárnoslas por supuesto) y me dijo que viera el show, ahí me cagué (no literalmente) y cuando salí de ahí me metí al show y me encanto, claro que nadie me creyó que había conocido en esas circunstancias al gran Tito.

Bueno la mujer de la micro se quejaba y apenas caminaba, le preguntamos donde vivía y dijo “cerca del consultorio” así que A la mierda el persa y la llevamos, caminamos con ella llamando a su casa para que su marido la viniera a ayudar, (primero llegamos nosotros a su casa y el marido aun no se levantaba), salio una mujer humilde y bajita que nos ayudo con la joven y nos dijo en palabras muy sentidas que éramos “uno Ángeles caídos del cielo” (yaaaaaaa si no era pa tanto) pero ayudamos a la mujer a ir al consultorio y nos transformamos con mi hermano en “los Testigos del accidente” así que la señora a todos les decía “- Si no hubiese sido por estos jóvenes ella estaría tirada en el suelo” y eso nos inflaba el pecho como buenos ciudadanos. Lo que vendría después ósea nuestras peleas con la gente del consultorio, con los pacos, porque después fuimos a hacer la denuncia, e incluso con la misma gente de la casa de la mina que no parecían “moverse muy rápido” por el tema. Aconsejamos a la niña a que hacer para lo del seguro de la ACHS y del Min de Transporte… Estábamos justo ahí en el momento preciso.

De la comisaría con mi hermano nos fuimos al persa, ya habiendo dejado nuestros celulares, nombres y datos para el registro. Tomamos un taxi para no esperar micro y no se nos cayera nadie a los pies así que fuimos a comprar…. No estaba lo que buscábamos así que al volver y comernos un súper mote casi pero “casi” atropellan a un cabro en bicicleta al cruzar la calle, yo mire a mi hermano y le dije “vamonos de aquí por favor antes que algo pase de nuevo”….

** Íbamos saliendo del carrito del mote y atropellaron a un caballero, mire a mi hermano y supe que debíamos ir a ayudar, fue un día demasiado raro.

Has estado en el lugar preciso en el momento justo?

Nota : Aparte esta la vez en que al salir del concierto de Jenny Kravitz con mi amiguita “Xika” vimos a Lenny en la van cuando se iban, no había nadie mas ahí que nosotros y como siempre nadie nos creyó.

Nota 2 : Una vez me gane un gorro de ENTEL Pcs que sorteaban en el Festival de Viña, entre el publico claro, mas de 12 mil personas y justo dijeron mi numero… no podíamos creerlo.